
por Rosa Amor del Olmo
Universidad Antonio Nebrija
Desde su creación para la novela en 1889, hasta su perfil para el teatro 1892, Galdós mantiene primero una relación con Emilia Pardo Bazán, de la que Augusta tiene mucho de su personalidad, y la relación con la actriz, aun no consagrada como tal, Concha Morell, ya en el estreno del drama teatral. Por lo tanto Augusta Cisneros tendrá elementos de estas dos mujeres naturales, como lo demuestra una carta de Doña Emilia a Galdós, -objeto de comentario de Pattison “Two Women in the life of Galdós” Anales galdosianos 197- vemos cómo la escritora se identifica con el personaje de la adúltera señalando que: “Aquella mujer que quiere y venera a su marido, y sin embargo le roba el amor por hastío de la propia seguridad moral y material que preside a la existencia de ambos ¡Cuán verdad es! ¡Cuán leal y cuán simpática para los que tienen veta de artista”. A la escritora gallega el personaje le era muy familiar, y al momento de la puesta en marcha escénica, quiso estar en todos los ensayos, dedicando un artículo de cincuenta hojas en la revista que ella misma dirigía Nuevo Teatro Crítico. La escritora gallega acompañó a Galdós durante todo el proceso de gestación y ensayos de esta obra, estrenada en Madrid el 15 de marzo de 1892 y en el Teatro de la Comedia. Relaciones amorosas aparte, lo que interesa en este caso, es la cooperación entre escritores que sobrepasó cualquier suceso.
