
Hemos encontrado una alternativa a los homenajes más clásicos a los grandes literatos, de la mano de Juan Lamoneda, y sobre Pérez Galdós a finales de 1911 cuando se hablaba del homenaje a celebrar al escritor.
Juan Lamoneda (1889-1960) fue periodista, secretario de Ayuntamiento, y miembro de la UGT, las Juventudes Socialistas y la Agrupación Socialista Madrileña. Fue hermano de León y de Ramón, un socialista más conocido. En Vida Socialista, Juan Lamoneda explicaba que, en parte, sus ideas ya habían aparecido en El Globo, de mano de Gabriel M. Vergara (folclorista, lexicógrafo, paremiólogo, etnólogo, geógrafo y jurista español, de producción casi ilimitada). En todo caso, opinaba que los banquetes, giras, manifestaciones y otras fiestas estaban pasadas de moda. Habría que buscar una alternativa.
Pensaba que en un día determinado y en todos los teatros posibles (Princesa, Lara, Comedia, Cervantes, Español, Imperial) se pusieran en escena obras de Galdós, como si fueran funciones de homenaje. Ese mismo día, por la tarde se podían celebrar conferencias en el Ateneo, Asociación de la Prensa, Universidad Central y otros centros, y donde hablar de la biografía de Galdós, del Galdós novelista, del dramaturgo y del político.
Para las conferencias, Lamoneda pensaba que podía exigirse una pequeña cuota de entrada. Con ese dinero se costearía una edición económica de sus mejores obras teatrales y novelas, recopiladas en dos tomos. Lamoneda terminaba afirmando que los socialistas eran enemigos de los homenajes (una afirmación un tanto curiosa, desde nuestra perspectiva, porque sí se solían hacer homenajes a figuras importantes, especialmente tanto del Partido como del Sindicato), pero que no negarían su concurso para el homenaje del “más noble y honrado cantor de España”.
Fuente: Vida Socialista, número 100, 31 de diciembre de 1911.