
El Ministerio de Memoria Democrática, a través de su titular Ángel Víctor Torres, ha anunciado un impulso decisivo al futuro Museo del Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife. En una reunión con el alcalde José Manuel Bermúdez y representantes de la masonería, Torres se comprometió a recuperar los fondos históricos de la Logia Añaza –entre ellos un valioso estandarte de 1900, libros, mandiles, espadas y medallas requisados durante el franquismo– actualmente custodiados en el Archivo de Salamanca, para devolverlos a Tenerife y exhibirlos en el rehabilitado templo. Este acuerdo forma parte de una hoja de ruta destinada a dotar de contenido el futuro museo y resarcir la memoria histórica de la masonería en Canarias.
Convenio para el Museo Masónico de Tenerife
Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, se reunió en Santa Cruz de Tenerife con Bermúdez y con Jesús Soriano, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Grado 33º, para acelerar la creación del Museo Masónico de Tenerife. En el encuentro se cerró una hoja de ruta con un borrador de convenio entre el Ministerio, el Ayuntamiento y la Masonería, para articular la colaboración con el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca de cara a la próxima inauguración del museo. Según explicó Torres, “el Templo Masónico de Santa Cruz será dotado con fondos bibliográficos y de toda índole para convertirse en museo. El objetivo es que sea visitado por la ciudadanía, para que se conozca la verdadera historia de la masonería, que fue fundamental para el desarrollo intelectual de nuestro país y perseguida durante la dictadura franquista de una manera absolutamente ignominiosa”.
Como parte de los acuerdos, el Ministerio ha solicitado al Archivo de Salamanca un listado de los fondos sustraídos del templo tinerfeño durante la dictadura, a fin de identificar todo el material disponible. Torres adelantó que mantendrá una reunión con el director del Archivo para impulsar el retorno de esos bienes a Tenerife. Además, en consonancia con la Ley de Memoria Democrática, el Ministerio pretende aprobar un decreto de descentralización que facilite que los fondos culturales estén donde deben estar, es decir, en su lugar de origen, evitando la concentración de patrimonio histórico fuera de su contexto.
Los tesoros confiscados de la Logia Añaza
Durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, la Logia Añaza –la principal logia masónica de Tenerife– fue disuelta y sus bienes confiscados por las autoridades en 1936. Entre esos bienes destaca un estandarte masónico de seda azul con bordados en oro, datado en 1900, que presidía las reuniones del templo de la calle San Lucas. Junto al pendón, se incautaron numerosos libros, mandiles, espadas, medallas y otros objetos rituales. Todo este patrimonio fue enviado a la entonces Delegación de Servicios Especiales de Salamanca –hoy integrada en el Archivo General de la Guerra Civil–, donde ha permanecido custodiado durante décadas. De hecho, el histórico estandarte no salió de Salamanca desde 1936 hasta una breve exhibición temporal en 2010, cuando fue mostrado en una exposición en La Laguna. Su retorno definitivo a Tenerife, junto con el resto de bienes, supondrá restaurar una parte esencial de la memoria masónica isleña y exhibir al público un legado cultural de gran valor histórico y simbólico.
El alcalde Bermúdez subrayó la importancia de reclamar al Estado los fondos de la Logia Añaza para que sean transferidos al Templo Masónico, “su lugar original”, de cara a la inminente apertura del museo. El convenio en preparación entre Ayuntamiento, Ministerio y la Masonería oficial permitirá la devolución y exhibición de estos objetos en el templo. “La Logia Añaza fue la que construyó el templo, de ahí la importancia de recuperar los archivos y objetos de la labor que desarrollaron”, enfatizó Bermúdez. También Jesús Soriano, representante del Supremo Consejo Masónico, destacó el valor histórico y artístico del estandarte de Añaza conservado en Salamanca, confiando en la buena disposición del Ministerio para repatriar esta pieza única junto a los demás materiales.
Un templo masónico único, a punto de reinaugurarse
El Templo Masónico Histórico de Santa Cruz de Tenerife, situado en la calle San Lucas, es considerado el ejemplo más notable de arquitectura masónica en España y fue el mayor centro masónico del país hasta 1936. Fue construido por la Logia Añaza entre 1899 y 1902 bajo diseño del arquitecto Manuel de Cámara y Cruz, aunque su impresionante fachada con símbolos e iconografía neoegipcia no se terminó completamente hasta 1923. A diferencia de otros templos masónicos destruidos durante el franquismo, el edificio de Santa Cruz sobrevivió a la persecución –aunque perdió todos sus enseres– y desde 2007 está protegido como Bien de Interés Cultural.
Tras años de abandono y deterioro, el templo ha sido objeto de un intenso proyecto de restauración integral, cofinanciado con cerca de 3 millones de euros del Ministerio de Cultura. Las obras se encuentran en su fase final: el interior ya ha sido rehabilitado y solo restan algunos detalles en la fachada exterior. Según confirmó Torres, la inauguración oficial como museo podría tener lugar antes de que acabe 2025, una vez concluyan esos últimos flecos pendientes. El renovado espacio albergará exposiciones permanentes con documentación, objetos y mobiliario masones, además de áreas interpretativas para divulgar la verdadera historia de la masonería canaria y su aporte al desarrollo intelectual. Se espera que el Museo del Templo Masónico se convierta en un atractivo cultural abierto a la ciudadanía, permitiendo recuperar la memoria de los masones tinerfeños cuyo legado fue silenciado durante la dictadura.
Monumento a Franco: resignificación o retirada
En el contexto de la memoria histórica, Ángel Víctor Torres también se refirió al Monumento a Franco ubicado en la avenida Francisco La Roche de Santa Cruz. El ministro fue tajante al afirmar que “no puede haber un monumento que exalte una etapa de tortura y persecución” en plena democracia. Actualmente se debate si esta controvertida escultura debe ser retirada o declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Torres señaló que, si los expertos finalmente la catalogan como BIC por su valor histórico-artístico, entonces habrá que resignificarla: contextualizarla para que cualquiera que la vea entienda lo que fue y qué defendía dicho monumento. En caso contrario, deberá ser retirada cumpliendo la Ley de Memoria Democrática. El alcalde Bermúdez comparte esta postura, y Torres subrayó que no hay discrepancias entre demócratas a la hora de eliminar símbolos que van en contra de la democracia.
Con estas acciones, el Gobierno central y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife demuestran una voluntad firme de recuperar la memoria histórica: por un lado, dignificando el legado masónico en su emblemático templo rehabilitado, y por otro, afrontando la tarea de resignificar los vestigios de la dictadura que aún perviven en el espacio público de la isla. Las próximas semanas serán decisivas para formalizar el convenio de devolución de los bienes de la Logia Añaza y culminar la renovación del Templo Masónico, un proyecto largamente esperado por la comunidad masona y la sociedad tinerfeña en general.
Fuentes consultadas:
Diario de Avisos; Canarias Ahora (eldiario.es); Atlántico Hoy; Radio Televisión Canaria; Archivo General de la Guerra Civil – Centro Documental de la Memoria Histórica.