
La editorial Anagrama ha decidido mantener la suspensión de la distribución del libro ‘El odio’, de Luisgé Martín, a pesar de que un juez de Barcelona ha rechazado las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía. Esta decisión refleja el compromiso de la editorial con el respeto hacia Ruth Ortiz, madre de los niños asesinados por José Bretón en Córdoba en 2011, cuyo dolor la publicación podría exacerbar.
En un comunicado, Anagrama ha expresado su «respeto absoluto» hacia la madre y su lamento por el posible sufrimiento que las noticias sobre el libro puedan haber causado. La editorial ha reiterado que Luisgé Martín es el único autor del libro y ha negado que se haya realizado o vaya a realizarse pago alguno al condenado por estos crímenes.
Anagrama subraya la necesidad de un «equilibrio» entre la libertad creativa y la protección de las víctimas en una sociedad democrática, destacando que obras como ‘El odio’ requieren una doble dosis de responsabilidad y respeto. Por ello, ha optado por mantener la suspensión indefinida de la distribución del libro en un gesto de prudencia.
Este caso ha cobrado mayor relevancia después de que la Fiscalía de Barcelona apelara la decisión del Juzgado de Primera Instancia 39 de Barcelona, que había rechazado suspender provisionalmente la publicación y distribución del libro. La Fiscalía argumenta que Anagrama no cumplió con su «obligación» de comunicar el contenido del libro para su examen previo y evaluar posibles intromisiones en el derecho al honor, aunque el contenido completo del libro no se haya divulgado.
La Fiscalía sostiene que existen pruebas suficientes para concluir que la publicación del libro representa un «grave e inminente riesgo de intromisión ilegítima en el derecho al honor». El ministerio público ha destacado que, si bien la libertad de expresión es un derecho fundamental, en este caso se enfrenta a otro igualmente fundamental: el derecho al honor.
La controversia pone de relieve la tensión entre la libertad de expresión y el derecho a la privacidad y al honor, especialmente en situaciones donde los contenidos pueden reabrir heridas profundas o afectar a las víctimas de crímenes trágicos. Mientras se espera la resolución del recurso de apelación de la Fiscalía, la decisión de Anagrama de suspender la distribución del libro ‘El odio’ se mantiene, reflejando un acto de respeto y empatía hacia las víctimas involucradas.