Un pasaje literario canario con fondo cultural e histórico: Mararía de Rafael Arozarena

Observatorio Negrín-Galdós

Descripción de la obra y fragmento elegido

Mararía es una novela escrita por el autor canario Rafael Arozarena, publicada originalmente en 1973. Ambientada en el pequeño pueblo de Femés, en la isla de Lanzarote, la obra se ha convertido en un clásico de la literatura canaria. La historia se centra en la vida de María, conocida como Mararía, una mujer de gran belleza cuya juventud estuvo marcada por amores apasionados y trágicos. La narración es peculiar porque un viajero forastero llega a Femés y reconstruye el pasado de Mararía a través de los relatos de varios vecinos del pueblo. De este modo, la novela tiene una estructura polifónica: son distintas voces (todas masculinas) las que describen a Mararía y sus desventuras, mientras la propia protagonista permanece en silencio la mayor parte del relato. El lenguaje empleado combina un registro culto en el narrador con expresiones populares y giros dialectales propios de Lanzarote en la época, lo que aporta gran autenticidad cultural.

El fragmento literario que destacamos presenta a los habitantes de Femés comentando la extraordinaria hermosura de María y las consecuencias sociales de la misma. En una escena de la novela, una vecina (Seña Carmen) comenta con preocupación la influencia casi embrujadora de Mararía sobre los hombres del pueblo:

“…Hasta mi hijo anda enfoguetado por esa mujer, que no parece sino que tiene maleficio en los ojos.
–Lo que tiene es un cuerpo muy agraciado –[dijo otro vecino].
Seña Carmen lanzó un suspiro de resignación y confirmó:
–Sí que lo tiene, la condenada. Y lo que yo digo: esa muchacha ha trastornado a los hombres y va a traer desgracias.”

En este diálogo (que refleja el habla coloquial isleño, con términos como “enfoguetado”, es decir, alocado o encendido de pasión), los aldeanos retratan a María como una figura casi sobrenatural: una mujer-tentación cuya belleza descontrola a los hombres y augura desgracias al pueblo. Este es el pasaje escogido porque encapsula el núcleo temático de la novela: la percepción de Mararía como causa de escándalo y desgracia, y a la vez víctima de las habladurías y supersticiones de su comunidad.

Contexto histórico del pasaje

La acción de Mararía transcurre durante la época de la dictadura franquista en España (años 1940-50), período especialmente duro en las Islas Canarias. Tras la Guerra Civil (1936-1939), el nuevo régimen sumió al archipiélago en el aislamiento y la escasez. Historias como la de Mararía reflejan indirectamente las condiciones de aquel entonces: pobreza, moral conservadora y la sensación de vivir en una “cárcel” insular de la que muchos deseaban escapar. De hecho, la novela menciona el fenómeno de la emigración canaria hacia América, una realidad histórica en la posguerra: ante la miseria y la falta de oportunidades, miles de canarios tomaron la “válvula de escape” de la emigración para buscar un futuro mejor en países de Latinoamérica (Cuba, Venezuela, etc.). Aquella década de 1940 estuvo marcada por el racionamiento, el estraperlo y el aislamiento económico, lo que exacerbó la crisis social en Canarias bajo el régimen franquista. En Mararía, aunque la política no es el foco central, se percibe este trasfondo: los jóvenes sueñan con huir de la isla, y la llegada de forasteros adinerados (por ejemplo, un médico peninsular o un comerciante) se ve como una oportunidad de progreso o escape para María.

Otro elemento histórico-cultural presente es la pervivencia de creencias tradicionales y valores religiosos estrictos en la comunidad rural. La historia se ambienta en un pueblo pequeño de medianías lanzaroteñas a mediados del siglo XX, donde la Iglesia y las normas morales tenían un peso enorme. Ser madre soltera, como le ocurre a Mararía, o vivir amores fuera del matrimonio eran motivos de condena social en aquel contexto. La novela alude, por ejemplo, a cómo tras ciertas desgracias Mararía es tachada definitivamente de “bruja” pecadora por sus vecinos, quienes interpretan sus tragedias personales (muerte de sus hijos, relaciones ilícitas) como castigos divinos o consecuencia de su supuesta inmoralidad. Esta actitud refleja la mentalidad de la posguerra en pueblos canarios: muy influida por la religión católica tradicional y por la superstición. En resumen, el pasaje literario se sitúa en un marco histórico de postguerra en Canarias, con una sociedad empobrecida, conservadora y aislada, en la que cualquier desafío a las normas (especialmente por parte de una mujer) podía devenir en estigma.

Valor cultural e identidad canaria en el pasaje

El fragmento de Mararía seleccionado tiene un gran valor cultural, pues en él Arozarena plasma varios aspectos de la identidad y las costumbres canarias:

  • El habla popular isleña: Como ya se mencionó, los personajes se expresan con un léxico y giros propios de Canarias. Palabras como “enfoguetado” (enfadado o excitado como un cohete) o el uso de “Seña” en lugar de “Señora” para dirigirse a una mujer mayor, anclan la escena en un contexto canario concreto. Este uso del dialecto local aporta realismo y refleja la riqueza lingüística del español de las islas. El lector casi puede “oír” el acento y cadencia de Lanzarote en los diálogos.

  • Tradiciones y creencias: La conversación revela la presencia de creencias populares y superstición. Los vecinos atribuyen a Mararía un “maleficio” en los ojos, señal de cómo se recurría a explicaciones mágicas o sobrenaturales para entender ciertos comportamientos. Esta mentalidad de atribuir desgracias a maldiciones o al “mal de ojo” era parte del folklore y las creencias tradicionales en zonas rurales de Canarias (y de España en general) en aquella época. Asimismo, la fuerte influencia de la moral religiosa se ve en cómo se demoniza la libertad sexual de la protagonista: su belleza y sus relaciones se interpretan como algo pecaminoso que desata el caos entre los hombres. Esto refleja la cultura patriarcal y católica dominante: la mujer debía ser recatada, y si sobresalía por su atractivo o independencia, se convertía en blanco de críticas y miedos (la tildan de bruja, pecadora, fuente de tentación).

  • Identidad isleña y el paisaje: Rafael Arozarena vincula profundamente a Mararía con el paisaje volcánico de Lanzarote, hasta el punto de que el propio autor llegó a afirmar que “Mararía… es también la isla de Lanzarote”. La dureza y belleza agreste de la tierra insular se reflejan en el carácter del personaje. Lanzarote es conocida como la “isla de los volcanes” por sus campos de lava (los malpaíses), sus tierras áridas y el omnipresente horizonte marino. En la novela, el entorno no es un mero telón de fondo, sino un protagonista más: el pueblo de Femés aparece rodeado de malpaís y pedregales negros, de una naturaleza imponente que condiciona la vida de sus habitantes. Esta conexión se aprecia en metáforas y comparaciones dentro del texto. Por ejemplo, uno de los personajes foráneos describe la llanura volcánica de Lanzarote como “un mar de lavas y arenas”, equiparándola al océano por su vastedad y por la sensación de soledad que produce. Es decir, el paisaje insular se convierte en un reflejo del estado de ánimo de los personajes: la soledad, la aridez emocional, el aislamiento. La identidad canaria, especialmente en Lanzarote, está muy ligada a ese entorno singular – el pasaje muestra cómo los isleños conviven con volcanes, malpaíses y un clima duro, elementos que forjan su carácter resiliente y melancólico.

  • Conflictos sociales: Finalmente, el pasaje literario ilustra conflictos sociales relevantes. Por un lado, la lucha de género: Mararía, por ser mujer libre en un entorno machista, sufre el rechazo y la violencia (en la novela llegará a ser agredida y marginada por ello). Los hombres del pueblo compiten entre sí y hasta cometen crímenes motivados por la obsesión hacia ella, lo que denuncia la cosificación de la mujer y la hipocresía moral de esa sociedad. Por otro lado, está el choque entre lo local y lo foráneo: los lugareños se unen contra los “forasteros” que pretenden cortejar a María. Esto revela cierto aislamiento cultural: la comunidad ve a los extraños con recelo, más aún si vienen a “robarse” a una de las suyas. Es un reflejo de la mentalidad insular cerrada que podía existir en tiempos pasados, fruto de siglos de vida en territorios apartados.

En suma, el valor cultural de Mararía y de este pasaje en particular reside en cómo captura la esencia de la Canarias rural de mediados del siglo XX: el habla, las creencias, el peso de la religión, la relación íntima con una tierra volcánica, y las tensiones sociales (género, modernidad vs. tradición) dentro de una pequeña comunidad isleña.

Cita ilustrativa y su interpretación

Para ejemplificar la riqueza literaria y simbólica del texto, podemos analizar una breve cita de la novela. En un momento dado, uno de los narradores reflexiona sobre el dolor y lo compara con el entorno volcánico de Lanzarote:

“No hay dolores que maten, no, señor. Los dolores si matan se hacen cortos, digo yo. Los verdaderos son los que llevan años tras años, toda una vida dentro de uno y se van haciendo largos y anchos como el mar, y se vuelven negros y arden como las piedras de los malpaíses.”

En este fragmento, el lenguaje metafórico vincula directamente la experiencia humana con el paisaje canario. El narrador afirma que los sufrimientos más profundos son aquellos prolongados en el tiempo, que crecen “largos y anchos como el mar” – una referencia al océano Atlántico que rodea las islas – y que terminan volviéndose “negros” y ardientes “como las piedras de los malpaíses”. El término malpaís alude a los campos de lava solidificada típicos de Lanzarote, de color negro y que en días de calor despiden un ardor abrasador. Con esta comparación, Arozarena consigue dos cosas: primero, transmitir la intensidad del dolor (negro, quemante, casi insoportable); y segundo, enraizar ese dolor en la tierra isleña, sugiriendo que la vida en Lanzarote, con su belleza dura y volcánica, forja también sufrimientos igualmente duros y persistentes. La cita nos ayuda a interpretar el estado emocional de Mararía y de otros personajes: sus penas son como el malpaís, parte del paisaje de sus vidas. Así, el pasaje literario cobra un valor doblemente simbólico – refleja la psicología de los personajes y a la vez homenajea la naturaleza de Canarias, integrando ambos elementos en una sola imagen poética.

El pasaje de Mararía que hemos explorado demuestra cómo una obra literaria ambientada en las Islas Canarias puede entrelazar historia y cultura de forma magistral. A través de la figura trágica de Mararía y de las voces de un pueblo lanzaroteño, Rafael Arozarena pintó un fresco de la vida isleña en la posguerra: la miseria y el anhelo de emigrar bajo la dictadura franquista, las tradiciones arraigadas y supersticiones populares, la identidad forjada por un paisaje volcánico único y los conflictos sociales de una comunidad pequeña. El análisis de este texto nos permite apreciar el valor cultural de la literatura canaria, que no está aislada de la realidad, sino que brota de ella, tal como Mararía “brotó de las lavas” de Lanzarote según su autor. En definitiva, este pasaje literario nos ofrece una mirada profunda a la identidad canaria, revelando en pocas páginas el alma de un pueblo a través de la ficción.

Imagen: Vista del pueblo de Femés en Lanzarote, escenario principal de Mararía. En este paisaje árido, entre colinas volcánicas y malpaís, transcurre la historia de María. Las características del entorno (soledad, dureza y belleza austera) se reflejan en el tono de la novela y en la vida de sus personajes.

Related Posts

José Fraguas regresa a Gran Canaria con el estreno mundial de ELEMENTOS

Un concierto matinal que fusiona técnica, emoción y memoria insular El próximo domingo 27 de julio a las 12:00, el violinista de proyección internacional José Fraguas, galardonado con más de 15 premios internacionales (INAEM, Juventudes Musicales, Premio extraordinario del Conservatorio…

Mararía, de Rafael Arozarena: Un clàssic de la literatura canària

Observatotio Negrín-Galdós Breu biografia de l’autor Rafael Arozarena Doblado (Santa Cruz de Tenerife, 1923 – 2009) fou un escriptor canari, poeta i novel·lista, considerat una de les veus més interessants de la literatura insular a la segona meitat del segle XX. Formà part…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS

Un estreno en el Fontalba«Amparo» de Joaquín Dicenta con presencia de Juan Negrín 1935

Un estreno en el Fontalba«Amparo» de Joaquín Dicenta con presencia de Juan Negrín 1935

Isidora cumple 20 años y lanza una convocatoria especial de colaboraciones Isidora 41 en papel

Isidora cumple 20 años y lanza una convocatoria especial de colaboraciones Isidora 41 en papel

Galdós dibujante. Tertulia entre canarios

Galdós dibujante. Tertulia entre canarios

El paradójico patriotismo de los afrancesados

El paradójico patriotismo de los afrancesados

Canarias, orgullo y raíces en un día para celebrar

Canarias, orgullo y raíces en un día para celebrar

Los desajustes de la globalización y la persistencia de los problemas no resueltos del imperialismo

Los desajustes de la globalización y la persistencia de los problemas no resueltos del imperialismo

Historia del divorcio en España

Historia del divorcio en España

Noches de Museos con Galdós

Noches de Museos con Galdós

San Isidro en Madrid: Tradición castiza, literatura galdosiana

San Isidro en Madrid: Tradición castiza, literatura galdosiana

Conmemoración: Benito Pérez Galdós, 182 años del cronista eterno

Conmemoración: Benito Pérez Galdós, 182 años del cronista eterno

El valor de la prensa en las victorias obreras

El valor de la prensa en las victorias obreras

Galdós entrando en el partido republicano

Galdós entrando en el partido republicano