
Enrique Fraguas Amor
José de Viera y Clavijo (1731-1813) es considerado el ilustrado canario de mayor renombre. Fue un sacerdote católico, historiador, naturalista y escritor prolífico, reconocido como el máximo exponente de la Ilustración en Canarias. Su vasta obra abarcó campos que van desde la poesía y la narrativa hasta la historia y las ciencias naturales. Entre sus contribuciones destacan la Noticias de la Historia General de las Islas Canarias –la primera gran historia del archipiélago– y el Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, trabajos clave en la construcción de la identidad canaria y en la difusión del pensamiento ilustrado en las islas.
Formación y primeros años: José de Viera y Clavijo nació el 28 de diciembre de 1731 en Realejo Alto, Tenerife, en el seno de una familia de origen portugués. De salud frágil en su juventud, se volcó en el estudio desde temprana edad. Cursó sus primeros estudios con los dominicos en La Orotava, donde aprendió latín, francés e italiano, además de la filosofía escolástica tradicional. Sin embargo, pronto se sintió atraído por las nuevas ideas: la lectura de los discursos del padre Feijoo (notable ilustrado español) despertó en el joven Viera una inclinación hacia el racionalismo y el espíritu crítico de la Ilustración. Con solo 14 años escribió su primera obra literaria, Vida del noticioso Jorge Sargo, una novela de carácter picaresco inspirada en el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. En 1750 ingresó en la carrera eclesiástica: recibió las órdenes menores en San Cristóbal de La Laguna y posteriormente las órdenes mayores en Las Palmas de Gran Canaria, llegando a ser sacerdote a la edad de 25 años.
Actividad en Tenerife y la Ilustración canaria: Entre 1757 y 1770 Viera y Clavijo ejerció como párroco en la ciudad de La Laguna, Tenerife. Allí se incorporó a la Tertulia de Nava, un círculo ilustrado de la élite local patrocinado por Tomás de Nava-Grimón, marqués de Villanueva del Prado. En esas reuniones intelectuales semanales, Viera tuvo acceso a las novedades bibliográficas europeas y discutió ideas científicas, literarias e históricas bajo el espíritu crítico del siglo XVIII. Fruto de esa tertulia nació en 1758 el Papel Hebdomadario, considerado el primer periódico manuscrito de Canarias. Sus sermones y ensayos de la época mostraban ya un enfoque cartesiano y liberal, lo que le valió el recelo del Santo Oficio: en 1757 la Inquisición llegó a advertirle que moderase sus “cavilaciones” intelectuales en el púlpito, amenazándolo con prohibirle predicar. A pesar de estas tensiones, Viera y Clavijo continuó difundiendo las ideas ilustradas en el archipiélago, cuestionando las tradiciones acríticas y defendiendo la razón como criterio supremo de verdad.
Viaje a la Península y Europa: En diciembre de 1770, Viera viajó a Madrid con el objetivo de publicar el primer tomo de su gran proyecto historiográfico sobre Canarias. Gracias a sus contactos ilustrados, consiguió el mecenazgo del marqués de Santa Cruz (José Joaquín de Silva-Bazán) y se convirtió en tutor de su hijo, el joven marqués del Viso. Bajo la protección de esta influyente familia, Viera se integró en círculos intelectuales peninsulares y emprendió importantes viajes por Europa. Entre 1777 y 1778 acompañó al botánico Antonio José de Cavanilles en un recorrido por Francia y los Países Bajos, experiencia que plasmó en su Diario e itinerario de mi viaje a Francia y Flandes. En París asistió a experimentos científicos sobre los gases (oxígeno y aire fijo) con químicos como Sigaud de Lafond, estudiando química en el laboratorio de Balthazar Sage y ampliando sus conocimientos de historia natural en el Jardin des Plantes. En reconocimiento a su prestigio, fue nombrado miembro honorario de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife y miembro supernumerario de la Real Academia de la Historia en 1777, a propuesta de destacados ilustrados como Pedro Rodríguez de Campomanes. También trabó amistad y correspondencia con figuras de la Ilustración española como Gaspar Melchor de Jovellanos. Entre 1780 y 1781 viajó por Italia, Austria y Alemania acompañando al marqués de Santa Cruz, recorrido durante el cual conoció en Viena al científico Jan Ingenhousz –descubridor de la fotosíntesis– y observó de primera mano sus experimentos sobre intercambio de oxígeno en plantas. Estos periplos europeos expusieron a Viera y Clavijo a los avances científicos y filosóficos más recientes, afianzándolo como intelectual cosmopolita y abierto a las corrientes ilustradas internacionales.
Últimos años en Gran Canaria: En 1782, Viera fue nombrado arcediano de Fuerteventura en la Catedral de Canarias (Las Palmas), lo que marcó su regreso definitivo al archipiélago. En 1784, tras concluir la publicación de su cuarto y último tomo de la Historia de Canarias, dejó Madrid y se estableció en Las Palmas de Gran Canaria. Allí desplegó una intensa actividad educativa y cultural: fundó y dirigió el Colegio San Marcial, introdujo la primera imprenta en la isla y asumió la dirección de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas. Desde esta institución impulsó proyectos de mejora social y divulgación del conocimiento entre 1777 y 1790, redactando él mismo los extractos de las actas. Continuó escribiendo hasta el final de su vida, incursionando en géneros diversos. En 1799 culminó su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias y en 1800 compuso El nuevo Can Mayor o Constelación canaria, un poema en octavas que elogiaba a los canarios ilustres de la historia. José de Viera y Clavijo falleció en Las Palmas el 21 de febrero de 1813 a los 81 años de edad. Sus restos reposan en la Catedral de Canarias, y en conmemoración de su legado el Gobierno autonómico estableció el 21 de febrero (aniversario de su muerte) como el Día de las Letras Canarias, celebrando anualmente la aportación de Viera y de otros autores canarios a la cultura.
Principales obras y contribuciones
La producción de Viera y Clavijo fue ingente y polifacética: llegó a escribir alrededor de 160 obras entre libros, folletos, poemas, discursos y traducciones. Cultivó tanto la prosa como el verso, abordando temas de historia, literatura, ciencias naturales, pedagogía y religión, reflejo de su curiosidad universal propia de un pensador enciclopédico del Siglo de las Luces. Aunque incursionó en la poesía (por ejemplo, con el poema épico Los Vasconautas o composiciones satíricas como Chulada burlesca a la ciudad de La Laguna), la faceta más destacada de su obra fue la historiográfica y la científica-divulgativa. A continuación, se destacan sus aportaciones más relevantes como historiador de Canarias y como naturalista y divulgador científico.
Noticias de la Historia General de las Islas Canarias

La obra cumbre de Viera y Clavijo es Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, una extensa historia del archipiélago publicada en cuatro volúmenes entre 1772 y 1783. Concebida a partir de 1763 e influida por las corrientes eruditas de la Ilustración, esta obra constituyó la primera visión de conjunto de la Historia de Canarias escrita con rigor crítico y método moderno. En sus páginas, Viera describe la geografía de cada isla, investiga el origen y la cultura de los antiguos habitantes guanches, narra la conquista europea y los acontecimientos posteriores, apoyándose en documentos y crónicas que examinó con escepticismo razonado. A diferencia de historiadores previos, que abundaban en mitos y errores, Viera aplicó los principios de verdad, imparcialidad, razón y buen juicio en la reconstrucción del pasado canario. Él mismo criticó las inexactitudes de autores anteriores (como Núñez de la Peña o Juan de Abreu Galindo) y se propuso corregirlas mediante un análisis objetivo de las fuentes. El resultado fue una obra muy documentada que el propio Viera consideró la mejor de su producción. Supuso «un enorme paso adelante en el pensamiento canario de la segunda mitad del siglo XVIII», al ajustar la historiografía isleña a las ideas ilustradas dominantes en Europa. Además de subrayar la condición atlántica de Canarias en el contexto español, Viera reflexionó sobre cómo la insularidad y el difícil relieve del archipiélago habían condicionado la difusión de las ideas y la historia locales.
La influencia de Noticias de la Historia General de las Islas Canarias ha perdurado hasta la actualidad. Muchos mitos fundacionales, narrativas históricas e incluso el sentido de identidad compartida de los canarios tienen su origen en la obra de Viera y Clavijo. Puede afirmarse que la identidad canaria es deudora de esta historia ilustrada: Viera rescató el pasado prehispánico de las islas, dignificó la memoria de los pueblos aborígenes y fijó en el imaginario colectivo los episodios clave de la historia isleña con una perspectiva racional y regionalista pionera. No en vano, Noticias… sigue siendo una referencia obligada para historiadores y estudiosos de Canarias, y su autor es venerado como Padre de la historiografía canaria. La obra, publicada originalmente en Madrid con el apoyo de mecenas ilustrados, ha sido reeditada en épocas posteriores y continúa disponible en ediciones modernas, manteniendo su vigencia cultural más de dos siglos después.
Aportaciones a las ciencias naturales y divulgación científica

Además de historiador, Viera y Clavijo fue un apasionado naturalista y divulgador de la ciencia. Su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias (concluido en 1799) es una contribución fundamental al conocimiento de la flora, fauna y geología del archipiélago. En este extenso repertorio enciclopédico, organizado como índice alfabético, Viera catalogó numerosas especies animales, vegetales y minerales canarias, describiendo sus características y propiedades. Se adelantó así a documentar la biodiversidad insular, hasta el punto de que varias especies descubiertas llevan su nombre en honor a su labor pionera. El Diccionario no es un mero glosario técnico: incluye explicaciones detalladas y observaciones personales, convirtiéndolo en un tratado científico general, y está considerado el repertorio de términos canarios más antiguo en su género. Aunque la obra quedó inédita en vida de Viera (no se publicó sino hasta 1866, gracias a la Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas), su manuscrito circuló entre eruditos y demostró la visión enciclopédica del autor, al estilo de los naturalistas ilustrados europeos como Linné o Bomare.
Viera también se destacó por popularizar la ciencia a través de ensayos pedagógicos y poesía didáctica, acercando los descubrimientos de la época al público general. Siguiendo la costumbre ilustrada de “enseñar deleitando”, escribió obras científicas en verso que combinaban rigor y amenidad. Un ejemplo notable es Los aires fijos (1779), poema en cuatro cantos que introdujo en España los recientes hallazgos sobre los distintos “aires” o gases (fijos, inflamables y desflemeados) realizados por químicos extranjeros como Joseph Priestley. Años más tarde, Viera añadió nuevos cantos al poema para incorporar los descubrimientos de Ingenhousz sobre gases vegetales (1781) y hasta describió la invención de los globos aerostáticos (1783), entusiasmado por las primeras ascensiones en las que él mismo participó. De igual forma, en Las bodas de las plantas (1806), un delicado poema didáctico, empleó alegorías nupciales para explicar el sistema sexual de las flores y el fenómeno de la fecundación vegetal, apoyándose en la clasificación botánica de Linné. Estas obras, junto a manuales como Noticias del Cielo o Astronomía para niños (un texto introductorio a la astronomía), muestran a Viera y Clavijo como un auténtico divulgador científico en Canarias, empeñado en educar a sus compatriotas en los avances de la física, la química, la botánica y la astronomía de su siglo.
Por otra parte, Viera ejerció como periodista y ensayista costumbrista, canalizando sus inquietudes ilustradas en publicaciones periódicas locales. En la Gaceta de Daute (circa 1764), que fundó junto a sus compañeros de tertulia, dejó constancia de observaciones sobre la vida cotidiana de los habitantes de Tenerife y lanzó veladas críticas al orden social establecido en las islas. Mediante estos escritos, contribuyó a fomentar un espíritu crítico y reformador en la sociedad canaria de finales del XVIII, denunciando supersticiones, vicios y atrasos, e impulsando mejoras ilustradas en agricultura, educación y economía. En suma, tanto por sus libros eruditos como por sus poesías científicas y artículos de divulgación, Viera y Clavijo encarnó la figura del polímata ilustrado que buscaba difundir el saber racional en todos los ámbitos de la vida insular.
Legado e impacto en la identidad canaria
José de Viera y Clavijo dejó una huella profunda en la cultura e identidad de las Islas Canarias. Su legado intelectual trasciende su época y se proyecta en varios ámbitos. En primer lugar, su labor historiográfica cimentó los cimientos de la conciencia histórica canaria: gracias a Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, los isleños del siglo XIX y XX pudieron conocer de forma rigurosa su pasado común –desde la era aborigen hasta la integración en la monarquía española– y se forjó un sentimiento de pertenencia al archipiélago sustentado en hechos y no solo en leyendas. Muchos símbolos, héroes e hitos del imaginario popular canario (como la resistencia guanche ante la conquista o la figura del general Gutiérrez venciendo a Nelson en 1797) cobraron relevancia al quedar plasmados en la obra de Viera y Clavijo. De esta manera, puede afirmarse que la identidad canaria es deudora de la obra de Viera, pues numerosos mitos e imágenes colectivas arrancan de su Historia y siguen presentes dentro de los “cánones de la Ilustración canaria dieciochesca” que él estableció.
En el campo científico y naturalista, Viera y Clavijo es igualmente una figura referencial. Su Diccionario de Historia Natural pionero inspiró a generaciones posteriores de naturalistas isleños y sigue siendo valorado como precursor en el estudio de la biodiversidad local. En reconocimiento a su pasión botánica, el principal jardín botánico de Gran Canaria inaugurado en 1959 lleva su nombre: el Jardín Botánico Canario “Viera y Clavijo” honra al erudito que ya en el siglo XVIII soñó con crear un jardín de aclimatación de plantas en las islas. También varias instituciones educativas, calles y centros culturales de Canarias llevan hoy el nombre de Viera y Clavijo, evidenciando el respeto perdurable que se le profesa como forjador de la cultura isleña. Cada 21 de febrero, durante el Día de las Letras Canarias, se recuerda su figura y se destaca su contribución fundacional a las letras y ciencias del archipiélago. En síntesis, José de Viera y Clavijo no solo brilló en su siglo como el gran erudito ilustrado canario, sino que su obra ayudó a definir el carácter cultural de Canarias y a conectar al archipiélago con las corrientes universales del conocimiento. Su vida y legado representan el triunfo de la razón y la curiosidad intelectual en un rincón hasta entonces periférico, integrándolo de pleno derecho en la Ilustración hispánica y legando a los canarios una conciencia histórica y científica propia que perdura hasta nuestros días.
Fuentes: Obras de José de Viera y Clavijo disponibles en la Biblioteca de la Universidad de La Laguna y Biblioteca Nacional de España; Biografías de la Real Academia de la Historia y Academia Canaria de la Lengua; estudios sobre la Ilustración en Canarias.