Eduardo Montagut
Aportamos un nuevo texto de Marx, tomando como fuente la revista socialista Leviatán de junio de 1936. En esta pieza nos interesa como el capitalismo llevaría en su seno su propia destrucción. El texto sale de El Capital:
“El verdadero límite de la producción capitalista es el capital mismo, el hecho de que el capital y su función aparecen como el punto de partida y el punto final, como el motivo y el objeto de la producción ; el hecho de que la producción es sólo para el capital, mientras que los medios de producción no son simples medios de extender incesantemente el proceso vital para la sociedad de los productores. Los límites en los cuales pueden moverse la conservación y la función del capital-valor, que se basan sobre la explotación y el empobrecimiento de la gran masa de productores, se hallan constantemente en conflicto con los métodos de producción que el capital debe aplicar en interés de su propio objetivo, y que tienden a un acrecentamiento ilimitado de la producción, dando por objetivo» a la producción la producción misma y tendiendo al desarrollo incondicionado de la productividad social del trabajo. El medio—desarrollo incondicionado de la productividad social del trabajo—se halla en conflicto permanente con el fin limitado de la función del capital presente. Si, pues, el modo de producción capitalista es un medio histórico de desarrollo de las formas productivas y de creación del mercado mundial correspondiente, es también la contradicción permanente entre esta condición histórica y las relaciones sociales de producción que le corresponden.“
Interesa que reflexionemos sobre las contradicciones del sistema capitalista.
Seguiremos.