
Félix Alonso (Prólogo a «Reinvidando a Galdós en San Lorenzo de El Escorial»
Terminadas con éxito las jornadas sobre MARX HOY, y las conferencias sobre NIETZSCHE, nos propusimos, en esta ocasión, hablar de literatura. Son muchos los autores que nos hacen disfrutar cada día, pero por mayoría, pensamos que tenía mucho sentido repensar a Benito Pérez Galdós hoy. Su fuerza creadora y sus valores republicanos están vigentes. Toda la junta directiva pensó que era un creador imprescindible para entender el siglo XIX y, para que entendamos este siglo XXI, de dónde venimos y qué herencia arrastramos.
Ahora, que vienen vientos racheados y peligrosos para la navegación, no podemos olvidarnos cómo se las gastaban los antepasados, esa extrema derecha que ahora se quiere vestir de modernidad ocupando las instituciones democráticas.
En la primera sesión celebrada tras la victoria de Franco en la Guerra Civil, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria acordó solicitar al Registro Civil que eliminara la inscripción del nacimiento de Benito Pérez Galdós en la página correspondiente al 10 de mayo de 1843. Así, el único escritor que podría competir con Cervantes por el título de gran novelista español de todos los tiempos entró en el limbo de la inexistencia oficial. Pero es que fueron contumaces, y el Nobel de Literatura, que lo tenía al alcance de la mano por méritos, primero en el año 1901, creándose una comisión que organizara y preparara los dosieres que enumeraran los méritos contraídos por el personaje, y posteriormente en 1905 no dio los frutos esperados. La literata María Isabel Hernando, después de cincuenta años de la muerte de Galdós fue contundente: “Candidato al Nobel, propuesto por la Academia Sueca, sus propios compatriotas conspiraron para que no lo obtuviera”.
Rosa Amor del Olmo, directora de la revista de estudios galdosianos Isidora, autora de un reciente libro titulado Galdós, Diálogos Biográficos (que nos presentará aquí en el pueblo dentro de la edición de Escolibro 2019) colaboradora necesaria e imprescindible para el fin del proyecto, nos ha manifestado su deseo de ir a la Academia Sueca y analizar todos los documentos de la época. Esperemos que sus deseos sean concretados antes de las celebraciones, que suponemos, se realizarán como consecuencia del aniversario.
Considerábamos que nadie como él ha descrito el siglo XIX. Queríamos reivindicarlo en nuestro pueblo, para lo cual estuvimos al acecho de las subvenciones que anualmente se conceden a las asociaciones culturales, con el único motivo de atrever a preguntarnos en público, sobre todo: ¿qué es el siglo XIX para quienes lo han estudiado y analizado con rigor?
Tenemos, por extraño y lamentable que parezca, una retahíla de problemas sin resolver o lo que es peor, mal resueltos. Una serie de heridas mal cicatrizadas que a la menor oportunidad siguen supurando. Los Episodios Nacionales son una interpretación viva, audaz, descarnada, inteligente y desesperanzada de la historia de España, como muy bien nos dejó Antonio Chazarra en su primera intervención.
En la petición al Ayuntamiento decíamos que: “Galdós tiene una conciencia histórica incuestionable al servicio de una visión del hombre que cree firmemente en la dignidad humana. Hoy como ayer, los prejuicios siguen ahí fuertemente arraigados. Todavía se oponen al progreso fuerzas reaccionarias, intransigentes y levantiscas que aspiran a ejercer una presión intelectual y social sobre las minorías que anhelan transformaciones. Aún, por desgracia, la palabra tolerancia sigue despertando resquemores y no digamos ya, el laicismo y el concepto laico del Estado. Por estas razones es acuciante y, casi imprescindible, volver al Galdós que ha dejado una huella tan profunda en María Zambrano, en Amado Alonso, en Francisco Ayala, en Ricardo Buyón, en Bergamín y en tantos otros”.
Todos hemos leído La Regenta, quizás la mejor novela del siglo XIX, pero estamos seguros que Galdós está en condiciones de disputarle el puesto con su Fortunata .Galdós sabe levantar, poner en pie personajes femeninos con valor, con carácter, con ternura… Félix Recio, y Rosa Amor dieron dos estupendas conferencias sobre el mundo femenino, con análisis certeros sobre la situación de la mujer en muchos personajes femeninos, vitalistas, rebeldes, inconformistas y que adelantan con su ejemplo el papel de visibilidad y de exigencia de derechos que las mujeres desarrollarán posteriormente. Yo, entre todas ellas me quedaría con Benigna la protagonista de Misericordia que es capaz de mendigar para dar de comer a sus arruinados señores y que tan pronto como estos recuperan su estatus es expulsada y recluida en un asilo.
Don Benito, representa lo mejor, lo más auténtico del liberalismo político y de la burguesía revolucionaria. No debemos olvidar su compromiso, su lucha y su protagonismo en la Convención Republicano-Socialista que llevó, por primera vez, al Parlamento a Pablo Iglesias. Son muchos los ángulos y perspectivas desde los que se puede analizar la figura de Benito Pérez Galdós. La conferencia de Francisco Cánovas, del que esperamos ansiosos la publicación de su libro, nos llevó con todo lujo de detalles al compromiso democrático y republicano de Galdós, y que completó el Historiador Eduardo Montagut.
Los clubes sociales tuvieron un papel importante en el periodo histórico en el que vivió Galdós, y que se recogen en La Fontana de Oro, como muy bien desarrolló el profesor Samperio. No queremos ser agoreros, y hacer analogías con el Sexenio Absolutista, y sus consecuencias económicos-sociales, pero por si acaso, os ofrecemos la asociación cultural Colectivo-Rousseau como punto de encuentro para el debate y la participación política. Los debates y planteamientos de La Fontana, no los deberíamos pasar por alto, pedimos leer y releer a don Benito para darnos cuenta de lo mucho que nos aporta si sabemos interpretar sus mensajes y nos dejamos “seducir por el mundo novelístico que sabe plasmar y que viene a ser una comedia humana’ a la española, superando el legado de Balzac”.
De Galdós, amigos gurriatos, es mucho lo que se puede aprender: “Las causas y razones de un inmovilismo de siglos, el peso de instituciones reaccionarias empeñadas en mantener en la ignorancia a los españolitos de a pie para así manipularlos y controlarlos mejor. Asimismo, la crudeza y crueldad de las guerras civiles, el afán de imponer dogmáticamente las ideas y formas de vida y no dejar ningún resquicio para la tolerancia, ni para los aires modernizadores que proceden de Europa”. Así de claro nos lo advierte Chazarra, amigo socialista, incansable promotor de la cultura, y los valores de la izquierda.
Pérez Galdós tocó los más variados géneros, con una base del melodrama que merece ser considerado un género en sí mismo o un componente de toda ficción, según Manuel Espín, escritor y guionista de cine.
Sin rehuir las formas más populares, como la novela por entregas, aspecto común a los grandes de la novela del XIX (Dickens, Balzac…), el autor de Miau fue un intérprete privilegiado a través de sus tramas de historia social de la España de la Restauración. Sin embargo, ese acercamiento a formas populares, mucho más complejas de las que a primera vista aparenta, fue uno de los elementos que por envidia o afán de notoriedad provocaron críticas contra Don Benito -entre ella la de Valle Inclán que calificó su obra de «garbancera»- y relegaron artificialmente su gigantesca obra. Frente a la «novela sin drama» de la mitad del XX, el melodrama es una esencia que está en autores tan variados como Verdi, Galdós, Tolstoi o Fassbinder.
Las jornadas tuvieron una coda de excepción con la lectura guiada de la novela Miau que nos ofreció Rosa Amor durante el mes de noviembre, consiguió trasmitir emoción y compromiso para más lecturas. Y para colmo, en el teatro Carlos III, La Camerata del Prado nos ofreció un excelente concierto, con el sugerente título “música española en torno a Benito Pérez Galdós”.
Termino con los agradecimientos, en primer lugar, a MeR ilustración que nos hizo un bonito cartel, a las librerías Azorín y Cisne Negro, que nos trajeron los libros que les pedimos, a todos los amigos socios, a Vidal, Cristina, Tita y Amadeo, a Carmina y Alicia, que tienen que subir la cuesta de la estación cada día, y por supuesto a Eugenio, que sin su talonario y apoyo no serían posibles nuestras actividades.
San Lorenzo de El Escorial, enero, 2019
www.colectivo-rousseau.org
