
por Eduardo Montagut
Benito Pérez Galdós falleció el 4 de enero de 1920. Cada año se organizaba un acto en su memoria en la estatua que Victorio Macho le levantó en el madrileño Parque del Retiro. Pero en diciembre de 1936 Madrid estaba en pleno asedio de las fuerzas rebeldes y no se pudo hacer dicho homenaje con depósito de flores ante la estatua.
Pero los socialistas, que siempre valoraron mucho a Pérez Galdós, especialmente cuando lideró la Conjunción Republicano-Socialista, le brindaron un modesto homenaje en las páginas de El Socialista, modesto porque se incluyó una breve columna, pero la marcha de la guerra era prioritaria y no había mucho espacio en las páginas del diario obrero. En todo caso, no deja de ser significativo que se acordaran de su figura.
Efectivamente, en enero de 1937 se cumplía el 17 aniversario de la muerte del literato. La columna en El Socialista se titulaba, significativamente, “Ayer hizo diecisiete años que murió Pérez Galdós. El pueblo madrileño no pudo tributarle el fervoroso homenaje de otros aniversarios”.
La guerra había impedido “cumplir con la grata tarea de los anteriores”. El periódico, con un tono melancólico, decía que la estatua de Galdós había “permanecido silenciosa y fría, sin el calor prestado por sus visitantes habituales”. Pero el proletariado madrileño, que en ese tiempo sufría un “asedio extranjero”, habría recordado a Benito Pérez Galdós, con un recuerdo callado, pero “lleno de emoción y afecto”, porque no se podía olvidar que el literato les había enseñado el coraje y el entusiasmo de las gestas de los sitios de Zaragoza y Gerona en 1808, es decir, Galdós se convertía en un maestro que había enseñado como resistir a los asedios en sus Episodios Nacionales.
La columna está en el número 8349 de El Socialista, del cinco de enero de 1937.